Desde hace unos meses, vengo analizando con serenidad y mucha discreción mi papel en el Partido Popular y en el Grupo al que pertenezco como Consejero en el Cabildo Insular de La Gomera. Después de éste tiempo mi decisión, muy meditada, ha sido la de abandonar con cierta angustia y dolor  la formación política por la qué me presenté en las elecciones de 2011.

Entré con la convicción de trabajar intensamente por mi isla, La Gomera, pero no ha sido posible, ni me han dado ninguna opción de colaborar en un proyecto que en su día, pensé era solvente y serio.

Mi participación ha sido nula y mis reiteradas quejas de la actividad "menor "del Grupo Popular en el Cabildo ni siquiera eran escuchadas. Bajo mi punto de vista, la oposición ejercida en éste año y medio ha sido frustrante, inútil y sin ningún criterio sólido que defendiera los intereses de los ciudadanos de La Gomera.

Me cansé de hacer el ridículo al enterarme de las iniciativas del portavoz, el señor Trujillo, por la prensa

Me cansé de hacer el ridículo al enterarme de las iniciativas del portavoz, el señor Trujillo, por la prensa, en un ejercicio intolerable  de ninguneo y desprecio al resto de los miembros del Grupo Popular. Su última decisión personal, de la que también tuve conocimiento por la prensa, de elegir a las dos compañeras que permanecen todavía junto a Trujillo en varias comisiones, sin ofrecerme la posibilidad de estar en alguna de ellas, ha sido la gota qué ha colmado mi paciencia y mi firme determinación de abandonar el Grupo Popular en el Cabildo de La Gomera y mantener mi acta como consejero no adscrito en la institución insular.

Abandono el Partido Popular sin hacer ningún tipo de ruido, sin abrir ninguna polémica, ni  mantener ningún escarceo tan habitual en la política de ésta época. Solo quiero trabajar por los intereses de La Gomera, de sus vecinos y desde aquí me pongo a la entera disposición de todos los ciudadanos de la isla