WWW.ELDIA.ES/ "La situación de mi familia es desesperada. Queremos trabajar y no nos dejan teniendo donde, esto es insostenible", aseguró Jenny Escuela, la vecina de Hermigua que regenta con su marido, Antonio Hernández, el bar-cafetería Rejón Playa, uno de los puntos de encuentro ineludibles de la playa de Hermigua, en La Gomera.

Este fue el lamento de una pareja que tiene a su cargo a tres hijos, dos de ellos menores de 13 y 7 años, después de que el ayuntamiento de Hermigua, gobernado por la coalición CCN-CC, decretara el precinto del negocio, que es el único sustento de la familia. Sugiere que están sufriendo una situación de acoso por parte del ayuntamiento.

Todo empezó hace una semana cuando un agente de la Policía Local procedió al precinto de las instalaciones por un problema de salubridad y control sanitario, dándose la circunstancia que la acción se llevó a cabo cuando Jenny y el menor de 7 años se encontraban en su interior.

"Fue algo inaudito, una situación que pusimos en conocimiento de la Guardia Civil poniendo la correspondiente denuncia", después de presentar toda la documentación y la declaración jurada. "Eso fue el lunes día 5 a las 14:00 horas, pero tres cuartos de hora después, a las 14:45 horas, de forma asombrosa resuelven el expediente y precintan el negocio. Algo increíble", destacó sorprendida la mujer por la premura de la resolución.

Lo cierto es que el matrimonio lleva al frente del negocio algo más de un año y en este tiempo se han afanado en regularizar la situación del Rejón Playa, "una cuestión de licencia que se estaba tramitando en tiempo y forma", dijo Antonio.

Una vez que se puso en conocimiento de la Guardia Civil, unos días después se personó un cabo de la Benemérita a volver a precintarnos el bar "por orden de la alcaldesa (Solveida Clemente) y no presentando ningún justificante ni ninguna documentación", según advirtió la afectada, cuestión que fue nuevamente denunciada ante sus superiores del Cuerpo.

Jenny Escuela apuntó, que tras esta nueva denuncia, el jueves nuevamente la Policía Local y la secretaria accidental del ayuntamiento se presentó ante el local nuevamente para precintarlo, "en esta ocasión por la celebración en el recinto de un actuación de jazz celebrada en 2012. Algo inaudito", señaló.

"Ahora no tenemos nada, el bar era nuestra fuente de ingresos y ahora. Somos autónomos y no tenemos derecho a nada, no podemos pedir medidas cautelares porque la justicia está vacaciones, no tenemos a quién acudir...", dijo.

Antonio no tiene duda de que la situación es producto de una "vendetta" política, "ya que estuve vinculado al PSOE en las pasadas elecciones", apuntó.